(LEER ANTES entrada anterior: Sydney, my friend (Two) ).
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… Exacto. No era su casa. A esta
pareja de amiguetes les habían dejado la casa “para cuidarla” durante Semana
Santa. Y ya veis que bien la cuidaban… J
Nos despertamos a media mañana y
nos fuimos de aquel hogar robado.
“Si, nos vamos”, “¿pero dónde
estamos?”. No teníamos ni la menor idea de dónde estábamos. Paramos otro taxi y
le pedimos que nos llevase a por las maletas. Menos mal que entre todos
conseguimos recordar la dirección de la casa AMI.
Después de todo el periplo…
conclusión: no coger alojamiento la primera noche es siempre un craso error.
Eso sí, nos lo pasamos pipa.
2. Taxis. Como habéis visto, cogimos un centenar de
taxis en una noche. Pagamos más en taxis que lo que nos hubiera costado la
noche de alojamiento. Eso sí, mereció la
pena sólo por aquel taxista que cogimos, que no tenía ni idea de dónde estaba
la calle a la que íbamos, que condujo en dirección contraria por 20 segundos y
casi nos deja sin respiración, y que, además, iba con los cuatro intermitentes
puestos. Sí, todo el camino con los
cuatro intermitentes puestos… pero le entiendo. Estaba aturdido con los 4
españolitos montados en su coche, todos gritando y liándola. Para variar.
3. Aeropuerto: otra cosa a tener en cuenta a la
hora de ir a Sydney es que el aeropuerto cierra por la noche. Así que si tu vuelo es a las 6 de la mañana,
no te presentes allí a las 3, para hacer tiempo en uno de los bancos. Si lo
haces te pasará como a nosotros, que te encontrarás con otra veintena de despistados
acurrucados a la puerta. No fue hasta las 4 que abrieron las puertas y nos
agenciamos unos sillones de masajes que había por allí. Si, sillones de masajes
para dormir. Uhh ah! En realidad, había que echar dinero y esas cosas para que
funcionasen, pero sin dinero también nos “funcionaron”, y nos echamos una
siestecita en ellos J
Y por lo demás bien. Me gustó
Sydney, pero prefiero Brisbane para estar un tiempo. Sydney es demasiado
grande, y los taxis muy caros … ¬¬
Fuimos a la playa pero hacía frio
y no nos bañamos. Nos pateamos todo el
centro (no más taxis), y nos volvimos a Brisbane, donde el tiempo era mucho más
cálido, no teníamos que coger taxis, y el alojamiento estaba pagado J
Y se terminó nuestra aventura a la semi-capital
australiana.
¡Hasta pronto, amiguetes!
Vaya! ya tenía yo ganas de saber de tus andanzas. Veo que no pierden calidad... Un beso!!! (Hablamos por skype!)
ResponderEliminarHey, miameña!! a ver si me cuelo en tu blog, que os tengo en el máximo abandono! muaak!
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